Este receta surgió de un cambio de planes, un sábado compré un trozo de paleta de cerdo para picarla junto con un poco de jamón y hacer albóndigas, esa tarde no me apeteció nada ponerme a cocinar y quedó en la nevera hasta el domingo que llovía a mares - algo muy extraño en Galícia ya que casi nunca llueve en invierno y mucho menos los fines de semana - así que no salimos a comer y la paleta acabó en el horno con unas patatas. Resultó un asado tierno y jugoso, sabroso a pesar de no tener condimentos fuertes y desde luego, muy económico.
Me gustaría recalcar que es una comida adecuada para toda la familia, niños incluidos, ya que cuando alguna receta lleva vino a muchos les parece que no está indicada para los menores y no tiene por que ser así. En la mayoría de los casos, como en este asado, el alcohol se evapora totalmente durante la cocción y sólo aporta un sabor muy agradable. El vino que he utilizado es el típico amontillado que se vende como "vino para cocinar", me gusta para los platos de carne estofada y también para los asados.
Este corte del cerdo tiene grasa como se puede apreciar en la foto pero no la consumiremos, sólo ayudará a que se hornee sin resecarse. A mí me sobró bastante ya que la hice para dos personas y al día siguiente me la llevé al trabajo y estaba bien jugosa.