Desde que descubrí la cebolla frita deshidratada la utilizo habitualmente sobre todo para cocinar. Su mayor ventaja es la rapidez ya que pochar cebolla lleva su tiempo y hay que vigilarla de cerca para que no se queme, muchas veces da pereza hacer un plato por la cebolla. Creo que para muchos aún es una gran desconocida así que os animo a probarla.
La deshidratación de cebolla se hace en una planta de procesamiento donde se utiliza una cinta transportadora en la que va la cebolla troceada y mediante aire caliente a baja temperatura se consigue una reducción de la humedad desde un 83% hasta el 4%. Estas plantas producen en todo el mundo millones de kilos de producto seco al año que se utilizan en la preparación de platos preparados, sandwiches, hamburguesas, pizzas, salsas, sofritos, ensaladas, tortillas, canalones, panificación o simplemente como acompañamiento de carnes o pescados. Según parece no todas las cebollas son adecuadas para deshidratar, incluso se desarrollaron algunos híbridos para este fin, son de color blanco y tienen un mayor contenido de sólidos por lo que el rendimiento es mayor, además se obtiene una cebolla más sabrosa y picante.
No todas las cebollas fritas deshidratadas son iguales, yo suelo utilizar dos tipos, una para cocinar y la otra para comer tal cual.
Esta tiene mas aceite y es mas sabrosa, es la ideal para comer espolvoreada sobre una ensalada, sobre un puré de patatas, en un bocadillo para dar un toque crujiente....
Esta es tiene menos aceite y de sabor más suave, es la ideal para sustituir la cebolla pochada por ejemplo en la tortilla de patatas, en el pastel de pescado, en las quiches... simplemente se echa en la mezcla de huevo batido y se rehidrata, queda como si hubiésemos pochado cebolla a fuego lento pero es muy rápido.
También se puede añadir en guisos desde lentejas hasta curry, a veces se pone tal cual si queremos encontrar los trocitos y a veces molida si sólo queremos el sabor.
Algunas recetas de pan las incluyen y el resultado es muy interesante. En los platos que la pongamos va a realzar el gusto suave a cebolla frita sin ser excesivamente enmascarador de otros sabores, además no se repite. Es de fácil utilización ya que solo hay que añadir la dosis deseada, tiene una caducidad larga y no necesita frío para su conservación .
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