Tarta de café

Esta es mi primera tarta con buttercream y ha cambiado mi idea respecto a él, hasta ahora pensaba que demasiado dulce, bastante grasiento y con un sabor a mantequilla que enmascara cualquier otro, ahora lo encuentro cremoso, delicioso y bastante adictivo! Está claro que el problema lo tenía yo, una mala receta echa deprisaycorriendo... de ahí no podía salir nada bueno.

Esta vez me preparé a conciencia, hice el Bizcocho Capuchino de Aliter Dulcia el viernes, si fallaba lo demás siempre tendría un bizcocho rico para consolarme.  El sábado por la mañana me puse con la Buttercream de Food and Cook,   leí atentamente ¿Como se rellena y se cubre un Layer Cake? de Bea Roque y busqué la Tarta de chocolate de Mon Petit Bistrot porque el acabado es resultón y apto para principiantes. El sábado por la tarde monté la tarta y el domingo nos la comimos con una gran satisfacción, sobre todo por mi parte!

Esta tarta es ideal para los muy cafeteros, los diferentes sabores se integran y suavizan durante la noche de reposo en la nevera y el resultado es una tarta deliciosa, no muy dulce y con un marcado sabor a café.

Ingredientes y preparación del bizcocho

1 cucharada colmada de cacao puro en polvo

2 cucharadas rasas de café instantáneo
225 gr de mantequilla a temperatura ambiente
225 gr de azúcar superfina
4 huevos
225 gr de harina para repostería con levadura

Mezclar el cacao y el café con dos cucharadas de agua tibia. Formar una pasta y reservar.

Precalentar el horno a 180º. Tamizar la harina. Batir los huevos con el azúcar, (yo utilizo un batidor eléctrico de los  de repostería  porque incorpora mucho aire a la mezcla), cuando obtengamos una crema blanquecina y esponjosa se añade la mantequilla y la mezcla de café y cacao, batir bien, incorporar la harina.

Engrasar un molde redondo de 23 cm. con un papel para hornear en la base, echar en él la mezcla, nivelar y hornear a 180ºC durante 40-45 minutos.

Sacar del horno y enfriar sobre una rejilla, sin desmoldar, durante unos minutos. Retirar el molde y reservar hasta el día siguiente.

 

Ingredientes y preparación de la crema

  

300 ml. de claras de huevo 

560 gr. de azúcar  superfino

550 gr. de mantequilla (de buena calidad) 

1 pizca de cremor tártaro (opcional) 

1 cucharada colmada de café soluble

Preparamos un baño maría, para lo que calentamos agua hasta que hierva en cazo o cazuela, lo llenaremos de manera que al colocar el bol encima el agua no toque el fondo.

Batimos ligeramente las claras en un bol y le agregamos el cremor tártaro, colocamos el bol sobre la cazuela y bajamos el fuego, lo dejamos para que mantenga el agua hirviendo pero sin borbotear.

Batimos las claras mientras van tomando temperatura, a los dos o tres minutos echamos el azúcar (triturado en el procesador) seguimos batiendo hasta que el azúcar se haya disuelto por completo, tendremos un merengue bastante montado y muy brillante. Añadimos el café soluble y lo integramos.

Pasamos esta mezcla al bol de la batidora y con el accesorio batidor mezclamos hasta conseguir un merengue con picos firmes y brillantes. Cambiamos el accesorio batidor por la pala y vamos añadiendo poco a poco la mantequilla cortada en trocitos que debe de estar a temperatura ambiente, para evitar que algunos pedazos de mantequilla se queden en el fondo habrá que parar la máquina y recogerlos con una paleta, seguimos mezclando hasta conseguir una masa cremosa y firme. Refrigeramos en el propio bol para que se endurezca.

Montaje de la tarta

Quitar la capa superior del bizcocho y partir el resto en dos. Preparar una taza de café bien fuerte, azucararlo al gusto y añadir una cantidad igual de coñac. Quitar el papel de la base del bizcocho y colocarlo sobre un papel de hornear partido a la mitad para poder retirarlo después con facilidad. Pincelar con la mezcla caliente todas las caras del bizcocho excepto la que va sobre la fuente,  debe quedar bastante mojado. Refrigerar.

Extender una parte de la crema sobre la base del bizcocho y colocar la otra parte encima presionando ligeramente, cubrir toda la tarta con una capa fina de la crema. Refrigerar.

Cubrir de nuevo la tarta con la crema y alisar, la parte de arriba la he dejado bastante fina ya que llevará una gruesa capa de buttercream aplicada con la manga pastelera. Refrigerar.

Colocar la tarta en el plato donde se va a servir, llenar una manga pastelera con el resto de la crema y cubrir toda la superficie. Refrigerar hasta el día siguiente. Espolvorear con cacao puro justo antes de servirla.