Pan integral de espelta en panificadora

Este es un pan muy grande, lo hice en la panificadora XL, la que tiene la cubeta alargada y dos paletas de amasar... lo digo porque si se intenta hacer en la pequeña acabará saliendo por fuera durante el levado! Para hacerlo en la panificadora pequeña será suficiente con dos tercios de los ingredientes. Aunque está hecho en plan cómodo ha quedado bastante bueno, con una miga bien esponjosa a pesar de llevar mucha harina integral, la corteza es fina pero crujiente.

El gluten ayuda a que el pan que no lleva nada de trigo como éste aguante bien los levados y llegue con fuerzas al horneado, por supuesto que se puede prescindir de él. La espelta malteada es casera y si tengo le pongo un poco pero también es opcional. 

Las sombras blancas que se ven son un efecto del PicMonkey, el editor que uso para arreglar un poco mis cutrefotos porque su manejo es muy sencillo pero a veces se me va de las manos, este es el llamado efecto 'frost' que difumina los bordes de las fotos como si fuesen ventanas heladas, esta vez me pasé de hielo.... que el pan es normal, sin cosas blancas...

Ingredientes

200 gr. de Poolish: 100 gr. de espelta integral + 100 gr. de agua + 1 gr. de levadura seca de panadería
275 gr. de agua
225 gr. de espelta integral
175 gr. de espelta blanca
3,5 gr. de levadura seca de panadería
5 gr. de espelta malteada (opcional)
10 gr. de gluten de trigo (opcional)
15 gr. de leche en polvo desnatada
20 gr. de aceite de oliva
20 gr. de sirope de Ágave o de miel
8 gr. de sal fina


Preparación

Poner todos los ingredientes del Poolish en la cubeta de la panificadora y arrancar un programa de amasado, en un par de minutos  o cuando estén bien mezclados parar el amasado,  bajar la tapa y dejarlo así hasta la mañana siguiente.

A la hora de hacer el pan hay que añadir el resto de los ingredientes y programar PAN INTEGRAL sin precalentamiento, el que empieza a amasar directamente. Podemos dejar que la máquina haga todo el trabajo pero si estoy en casa prefiero darle forma a mano que siempre queda mejor el pan.

Para esto, cuando empiece el último levado hay que sacar la masa del molde a una superficie muy ligeramente enharinada, estirarla formando un rectángulo y enrollarla como un brazo de gitano, volver a colocarla en la cubeta a la que habremos quitado previamente las paletas de amasar. Hacer un corte longitudinal y poco profundo justo antes de que empiece el horneado ayuda a que suba bien parejo y no reviente por los laterales, así conseguiremos unas rebanadas cuadradas. En esta ocasión le he puesto en el corte unas semillas de sésamo y al levar se quedan por la superficie bien adheridas gracias a la humedad de la propia masa.