Morcillo estofado en vino tinto

Esta receta la vi el otro día en canal cocina y me gusto mucho sobre todo por lo fácil de hacer que es. Como me encanta la carne de morcillo para guisar pensé hacerla para el domingo ya que con su salsa y unas patatas fritas o un puré de patata es un plato completo pero contundente, vamos que no me veo yendo a trabajar después de esto.

El corte del morcillo, también llamado jarrete y supongo que muchas cosas más según la zona, ideal para este plato es la parte de la pieza que es como un cilindro, es la mejor y lo bueno es comprar la  pieza completa, yo no la encontré y compre otro corte porque es el que había y también sale bien.

Lo bueno de este plato es que la carne queda tan jugosa y tierna que se puede cortar separándola con dos tenedores, no hace falta ni cortarla. Ya se ve en la foto el juguito de la carne que sale por debajo de la salsa, queda deliciosa. 

Ingredientes

     

1 kg de morcillo de ternera (en un trozo)

½ botella de vino tinto

2 cebollas grandes

5 zanahorias

1 hoja de laurel

3 dientes de ajo

un vasito de aceite de oliva virgen

sal y pimienta

Preparación

En una olla expres o en una olla eléctrica programable, calentamos la mitad del aceite, doramos bien el morcillo por los dos lados, cuando esta dorado por un lado le echamos sal y pimienta antes de darle la vuelta, cuando está dorado por el otro lado lo mismo.  Partimos las cebollas y las zanahorias en trozos no muy pequeños, nos da igual como ya que luego las trituraremos. Las echamos en la olla junto con los dientes de ajo enteros y sin pelar y una hoja de laurel.

Añadimos el resto del aceite y dejamos que sofría un momento, lo cubrimos con el vino y cocemos unos 20 minutos con la olla cerrada, en la GM programa 'carne' 20 minutos, cuando pierde la presión  lo abrimos y comprobamos que está bien tierno, si no es así lo cerramos y cocinamos unos minutos más. Cuando está tan tierno que se rompe, lo sacamos con cuidado y lo reservamos tapado para que no se enfríe.

Retiramos la hoja de laurel y pasamos la salsa con un batidora dentro de la misma olla, rectificamos de sal si es necesario y cocemos a fuego fuerte y destapado unos dos o tres minutos, si la salsa está lo bastante espesa ya se puede servir, si ha quedado un poco líquida lo hacemos hervir un par de minutos más, al enfriar también se espesa.

Lo servimos en una fuente y lo rompemos ligeramente con un tenedor, echamos un poco de la salsa por encima y servimos el resto en salsera. Aunque esta salsa queda muy rica, por mucho que te guste es casi imposible acabarla porque sale mucha cantidad y como tiene todo el sabor de cocerse la carne no se puede desperdiciar, se puede usar para  hacer unas albóndigas, simplemente se fríen, se echan dentro y se da un hervor.