Tarta casera de fresas con nata

Esta tarta es para celebrar el 5º aniversario de Recetas de Mamá y ha resultado ser una de las cinco ganadoras! Es la típica tarta casera de fresas con nata, resulta fresca y ligera de comer y a todos nos encanta, en época de fresas no puede faltar algún domingo de postre. No es la ideal para las grandes ocasiones porque al partirla se desarma bastante y es mejor consumirla en el día así que esta no es demasiado grande, suficiente para seis personas. Para hacer una tarta bien grande, en un molde redondo de 26 cm. sólo hay que doblar los ingredientes.

La nata rosa es una extraña debilidad que tengo, no suelo usar colorantes pero esta es la excepción y lo peor es que ni siquiera me gusta demasiado el color rosa en general. La receta del bizcocho me la dio mi madre y es el más esponjoso y fácil de hacer que conozco, mucho mejor que el que hacía antes así que lo he adoptado como mi bizcocho favorito para rellenar, no hace falta emborracharlo porque es muy ligero. Lo he preparado con el robot, con el accesorio de montar pero se puede hacer perfectamente con un batidor eléctrico de mano, yo diría que aún mejor porque para tan poca cantidad de claras el bol resulta demasiado grande.

Ingredientes para un  molde de 18 cm.

2 huevos

75. gr. de azúcar 

60 gr. de harina normal

60 gr. de Maicena

1/4 de cucharadita de royal

una pizca de sal

400 gr. de nata para montar

2 cucharadas de azúcar glass casero

una pizca de estabilizante para nata (opcional)

6 gotas de colorante líquido rojo

4 cucharadas de confitura de fresa

6 fresones

chocolate blanco rallado

Preparación del bizcocho

Lo primero es hacer el bizcocho y lo mejor es hacerlo el día antes aunque yo lo hice esa misma mañana y enfrió muy rápido al ser tan ligero y esponjoso. Precalentar el horno a 175ºC, cubrir con un papel de horno la base del molde, engrasar el aro por dentro, encajarlo encima de la base y cerrarlo, no recortar el papel sobrante.

Montar las claras con dos cucharadas de agua a punto de nieve, añadir el azúcar en dos o tres veces sin dejar de batir hasta conseguir un merengue firme. Incorporar la yemas, primero una y cuando esté integrada la otra.

Tamizar las harina junto con la sal y el Royal, echar encima de la mezcla y batir justo hasta que las harinas estén incorporadas. Echar la mezcla en el molde y colocar sobre la rejilla del horno. Hornear durante unos 20 minutos. Enfriar un poco sobre una rejilla, pasar un cuchillo por el aro y desmoldar, dejar enfriar completamente conservando el papel de la base.

Montaje de la tarta

Montar la nata, cuando esté bastante firme agregar las dos cucharadas de azúcar glass y el colorante líquido hasta que adquiera un tono rosa pálido, como apenas uso colorantes este es de los que venden en el súper, el de color rojo. Cuando esté bien firme la metemos en una manga o en un bol y la refrigeramos para que quede bien consistente. Podemos usar una bolsa zip como manga, guardamos en ella la nata y después sólo hay que cortar una de las esquinas de la bolsa porque lo que nos interesa es repartirla cómodamente y no hacer dibujos.

Partir el bizcocho en dos con un cuchillo de sierra y retirar la tapa superior con mucho cuidado porque es muy frágil y puede romperse. Untar el interior de las dos tapas con la confitura. Colocar la mitad inferior sobre la fuente de servir. Lavar y limpiar los fresones, lonchearlos y colocar dos terceras partes cubriendo la base, sin superponerlos. Echar la mitad de la nata montada sin llegar al borde porque al colocar la tapa la empujará hacia fuera. Poner encima y en el centro, como puede verse en la foto, algunos trozos más de fresa. Colocar la tapa con cuidado y procurando no apretar o se saldrá el relleno. Distribuir el resto de la nata sobre la tapa y cubrirla de chocolate blanco rallado. Refrigerar al menos un par de horas para que se asiente.

Yo la monté sobre el papel porque la iba a servir en un cake stand y me ocupa demasiado en la nevera, en ese caso la parte más comprometida es pasarla a la fuente de servir sin que se desmonte, conviene utilizar una bandeja plana que podamos pasar por debajo el papel y luego deslizar la tarta sobre la fuente.