Tarta corazón de chocolate con cerezas

Desde que lo vi en Rose's heavenly cakes sabía que lo haría, el único problema eran las frambuesas así que lo preparé con las cerezas que me regalo Marimí, buenísimas por cierto. Según la autora, Este es el pastel de chocolate definitivo y resulta increíblemente fácil de hacer. Lo creo para el día de San Valentín y de ahí su forma de corazón.

Con las cantidades propuestas es suficiente para hornear dos bizcochos, uno en el molde corazón de 20 x 18 cm. y uno redondo de 16 cm., el redondo lo congelé para otra ocasión. Sugiere servirlo con nata montada pero no es necesario, incluso creo que es mejor disfrutarlo tal cual. Cada bocado de una cereza con su base de chocolate es un auténtico placer, yo no le pondría nada más, sólo necesitamos alguien con quien compartirlo y un par de cucharitas... yo lo compartí con alguien no muy amigo del chocolate negro y le encantó.

Ingredientes para el bizcocho

42 gr. de cacao puro Valor

118 gr. de agua hirviendo

74 gr. de yema de huevo, 4 yemas

44 gr. de agua

1/2 cucharadita de extracto de vainilla

156 gr. de harina de repostería o normal

200 gr. de azúcar molida fina

11 gr. de levadura de repostería Royal

1/2 cucharadita de sal fina

128 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

Forrar un molde corazón

Para forrar un molde corazón necesitaremos papel de hornear y un lápiz para marcar la silueta exterior sobre el papel. Sólo hay que recortarlo y hacer unos cortes de unos 2 cm. todo alrededor que nos permitirán que todo el molde quede bien forrado. 

Enmantecar el molde y colocar el papel encima, presionarlo y asentarlo en el fondo porque gracias a los cortes se adaptara a las paredes y se podrá desmoldar sin ninguna dificultad.

Preparación del bizcocho

Encender el horno a 175ºC.  Echar el cacao en los 118 gr. de agua hirviendo, remover hasta que se disuelva y dejar enfriar. Mezclar en un bol las yemas, los 44 gr. de agua y la vainilla, remover un poco para que se mezcle. En otro bol poner la harina tamizada con el Royal, el azúcar y la sal. Mezclar y añadir la mantequilla y la mezcla del cacao, mezclar bien con una batidor de varillas hasta conseguir una crema suave. Añadir poco a poco la mezcla de las yemas batiendo constantemente para que se integre. Llenar los moldes con la mezcla y hornear unos 30 minutos. Mientras se prepara el Ganache de chocolate.

Ganache de chocolate

Triturar en el procesador 85 gr. de chocolate negro con un 70 % de cacao. Calentar en el microondas 150 gr. de nata para montar hasta que esté a punto de hervir, echarla por el bocal del procesador en marcha y en unos segundos estará listo, obtendremos una crema bastante liquida que taparemos y reservaremos.

Para hacerlo sin procesador hay que rallar el chocolate con un rallador de queso y calentar la nata en un cazo hasta que esté a punto de hervir, echar encima el chocolate y remover un poco hasta que el chocolate esté integrado, sacarlo a un bol, tapar y reservar.

Montaje de la tarta

Nada más sacar el bizcocho del horno lo colocaremos sin desmoldar sobre una rejilla y lo pincharemos varias veces con un palillo, con ayuda de un pincel de silicona repartiremos un tercio del Ganache de chocolate por la superficie respetando los bordes para que luego no se desmorone, dejaremos que absorba el líquido durante unos minutos. Cubriremos un plato grande con film y lo pondremos sobre el bizcocho dándole la vuelta de modo que quede sobre el plato, le quitaremos el papel de hornear y lo pincharemos con el palillo, lo pincelaremos con otro tercio del Ganache pintando también los bordes.

Dejaremos que enfríe completamente hasta que esté firme al tacto. Invertiremos el corazón sobre el plato de servir y retiraremos el film. Pintaremos la superficie y los laterales con el Ganache restante hasta que ya no absorba más y empiece a salir por debajo del bizcocho. Colocaremos las cerezas lavadas y secas con el agujerito hacia abajo hasta cubrir todo el corazón. Podemos pintarlas un poco con gelatina transparente para que parezcan húmedas y frescas. Refrigerar hasta el momento de servirlo, conviene sacarlo de la nevera un buen rato antes de comerlo  para que el bizcocho esté jugoso.