Bizcocho marmol de yogur en olla programable (sin gluten)

Lo más trabajoso de este bizcocho fue escribir su nombre, es como las princesas que tienen nombres larguísimos... pero se lo merece porque es de lo más rico y esponjoso que he comido. Tengo que agradecer a Alícia, a Thermo de Olor a hierbabuena que los hace en la olla y me animó a probar. El primero fue un desastre porque la base quedó un poco chamuscada y la superficie muy blanca, eso no me agradaba demasiado a pesar de que el bizcocho estaba bueno, yo seguí haciéndolos en el horno ya que lo encendía todos los domingos para hacer el pan de la semana. Pero gracias a esta ola de calor que nos ataca clausuré el horno así que la panificadora se ocupa del pan y yo me quedo sin bizcochos porque de hacerlo en la pani ni hablamos que quedan demasiado morenitos (por no llamarles negros!). Ante la horrible perspectiva de pasar todo el verano sin un dulce que llevarme a la boca lo intenté de nuevo en la olla y ya veis, el que la sigue la consigue!

La cosa es muy sencilla pero tiene su truco, no basta con poner papel de horno en la base porque el calor pasa igual, yo he puesto una lámina de silicona y perfecto (Gracias Alícia). He comprado la más barata que encontré y la recorté a la medida de la base de la olla, con una lámina salieron dos bases. Encima pongo un papel de horno y le doy con un poco de aceite para engrasar la cubeta y el papel, ahora uso el spray de aceite de Carbonell y me gusta más que los sprays que compras vacíos que a la segunda vez que los llenas de aceite en lugar de un spray parecen pistolas de agua... El toque final es poner la tapa doradora al final para que la superficie quede bien tostada porque me gusta crujientita, aunque la cubro de azúcar glass y no se ve en esta foto he puesto otra del bizcocho recién sacado del horno y se nota que está todo bien tostado. Ahora sólo me queda hacer tartas con ellos porque suben tanto y de un modo tan parejo que resultan perfectos para eso.

Estoy haciendo muchos bizcochos y magdalenas con los preparados de harinas sin gluten para repostería porque quedan riquísimos y muy esponjosos, como no puedo tomar harina de trigo tengo que hacerlos con la de espelta blanca o con harinas sin gluten y como ambas son igual de caras (¡carísimas de verdad!) pues las alterno para variar. Los bizcochos de yogur como este de hoy quedan genial sin gluten y en casa nos sientan bien a todos, además no llevan mantequilla porque lo hago con aceite de oliva suave y no resultan nada pesados. Este bizcocho es apto para las personas con intolerancia al trigo, los celíacos deben omitir el Nescuik de fresa porque puede contener trazas de gluten o al meno eso pone en mi envase pero me acaban de decir que los nuevos envases de Nesquik de todos lo sabores ya llevan el símbolo y están libres de gluten, también deben asegurarse de usar levadura para repostería o gasificantes aptos para ellos.

Ingredientes para la cubeta de una olla de seis raciones o para un molde redondo de 23 cm.

1 yogur natural (usaremos el envase como medida, yo he usado un yogur hecho en yogurtera por lo que la medida es algo mayor que los comprados, 150 gr. en lugar de 125 gr. Si usas un envase de yogur comprado hay que poner una cantidad más pequeña de azúcar, aceite y harina)

3 huevos

1 1/2 (180-200 ) ó 2 de azúcar (240-250 gr.)

1 de aceite de oliva suave (140-150 gr.)

3 de Mix Dolci  (Mix C) de Schär (240-250 gr.)

1 sobre de levadura para repostería ó 2 sobres de gasificantes (1 blanco y 1 morado)

2 cucharadas de Moscatel

1 cucharada de cacao puro Valor

1 cucharada de Nesquik de fresa

Azúcar glass casero para espolvorearlo

Preparación

Batir los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen su volumen, añadir y mezclar el aceite, luego el yogur y el moscatel. Mezclar la harina con la levadura y tamizarla, incorporarla suavemente a la crema anterior. Sacar la mitad de la crema a otro bol y mezclarla con el cacao en polvo. En la otra mitad incorporar el Neskuik de fresa si se usa, yo estoy a ver si lo acabo de una vez...

Poner la base de silicona en la cubeta antiadherente de la olla, encima un circulo de papel para hornear. Echar la mitad de la masa clara, procurar que caiga despacio en el centro y se vaya extendiendo ella sola. Echar toda la mezcla oscura encima y de la misma manera. Echar el resto de la masa clara en el centro de la oscura. Usaremos un cuchillo de punta redonda para hacer los dibujos, hay que hundirlo en la masa y moverlo haciendo círculos para entrelazar las masas de ambos colores pero sin mezclarlas.

Poner la tapa con la valvula abierta, elegir el programa HORNO o PASTEL según el modelo de olla que tengamos y aumentar el tiempo hasta 45 minutos. Cuando haya terminado el programa dejarlo en 'mantener caliente' y retirar la tapa colocando rápidamente la tapa doradora a 225ºC durante 15 minutos. A los 10 minutos cancelaremos el 'mantener caliente' y miraremos por si ya está bien dorada la superficie. Cuando esté listo lo sacaremos volcándolo sobre un plato como una tortilla con unos buenos guantes de horno puestos, lo dejaremos enfriar sobre una rejilla o lo cortaremos medio caliente como suelo hacer yo.... está más rico cuando enfría y lo espolvoreamos con una capa generosa de azúcar glass.