Tarta de mousse de fresas

Esta tarta, sencilla a más no poder, me encanta. Una vez  cuajada la gelatina se mete en el congelador y se conserva allí, a la hora de servirla debe estar muy fría pero no congelada así que conviene sacarla con antelación, el momento de comerla es cuando la gelatina sea transparente, sin rastro de escarcha, entonces la mousse estará muy fría, casi congelada en el centro. La mousse está hecha con nata montada y no con claras porque así obtenemos el auténtico sabor a helado de fresas.

La hice en un molde de aro desmontable de silicona porque es perfecto para tartas de mousse y las hechas con cuajada ya no hace falta forrarlo y desmolda pegarse nada al aro. La base es de cerámica blanca y es el plato es en el que se sirve, podemos retirar el aro para servirla y después se vuelve a colocar sin problema para conservarla en el congelador. Desde luego que se puede hacer en cualquier molde de aro desmontable que forraremos con papel de hornar, tanto la base como el aro.

La base de bizcocho es una receta del libro Bake and decorate, la del bizcocho esponjoso de chocolate blanco, me pareció ideal el dulzor que aporta el chocolate blanco que contrasta con la acidez de las fresas y de la gelatina de confitura de lingonberry (una fruta parecida al arándano, la venden en Ikea), se puede sustituir por la de grosellas o frambuesas. El bizcocho queda ligeramente crujiente por el chocolate blanco e incluso al emborracharlo con el Jerez y enfriar queda con mucha textura y contrasta con la suavidad del mousse.

He utilizado azúcar pura de caña, es un azúcar de color beige y aspecto arenoso y húmedo, es el que usan en Portugal para hacer la repostería y además de endulzar aporta un sabor especial.

Ingredientes

Para el bizcocho (utilizaremos medio)

130 gr. de mantequilla

170 gr. de harina de repostería con levadura

100 gr. de chocolate blanco

2 cucharadas de agua templada

130 gr. de azúcar pura de caña (Amarela)

2 huevos

1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la mousse de fresas

400 gr. de fresas, lavadas y troceadas

100 gr. de azúcar pura de caña
1 cucharada de zumo de limón

300 gr. de nata montada

6 hojas de gelatina
6 cucharadas de agua

1 cucharada de sacarina líquida

Para emborrachar el bizcocho

4 cucharadas de Jerez dulce

Para la cobertura de gelatina

4 hojas de gelatina
200 gr. de confitura de lingonberry
200 gr. de agua

Preparación

Precalentar el horno a 170º y forrar el fondo de un molde redondo de 23 cm., el de silicona desmontable no hace falta prepararlo.

En My Cook: Triturar la mitad del azúcar con el chocolate blanco. Añadir 2 cucharadas de agua templada y dejarlo reposar un momento para que se deshaga un poco el chocolate. Procesar a velocidad 3 y añadir  por el bocal de la tapa el resto del azúcar y la mantequilla cortada en pedacitos. Añadir los huevos uno a uno. Abrir la jarra y echar la harina y la vainilla, procesar 30 segundos para que se incorpore, terminar de mezclar con una espátula de silicona. Recoger todo el chocolate que pueda haber quedado en el fondo, no importa si queda algún pedazo.

Echar la masa en el molde y hornear unos 25 minutos o hasta que lo pinchemos con un palillo y salga limpio. Lo sacamos del horno y lo dejamos descansar cinco minutos, después lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Cuando esté totalmente frío lo partimos a la mitad, para esto es muy útil la sierra de cortar los bizcochos. Sólo utilizaremos medio bizcocho por lo que envolveremos la otra mitad con film y lo congelaremos para otra ocasión.

Para hacer la mousse de fresas, las trituramos junto con el azúcar y el zumo de limón hasta conseguir una pasta. Remojamos la gelatina en agua helada hasta que esté blanda. Calentamos en el microondas 6 cucharadas de agua  en un bol grande hasta que hierva, escurrimos las hojas de gelatina y las vamos echando en el agua hirviendo, una a una, removiendo hasta que desaparezcan. Incorporamos poco a poco la mezcla de las fresas y el azúcar a la gelatina (no al revés) mientras removemos con una varilla para que quede bien integrado. Seguimos con la nata mezclándola bien y por último la sacarina líquida. Metemos el bol en la nevera unos minutos para que empiece a cuajar.

Cortamos el borde del bizcocho un centímetro todo alrededor para que la mousse llegue hasta abajo y al desmoldarlo no se vea el bizcocho,  lo colocamos centrado en un molde de aro de 23 cm. Lo emborrachamos con el Jerez aplicándolo uniformemente con un pincel de silicona. La mezcla ya estará más firme así que la echamos sobre el bizcocho, primero a cucharadas todo alrededor cuidando de que caiga por el borde hasta abajo. Lo refrigeramos al menos cuatro horas.

Para hacer la gelatina, lo primero es hidratar las hojas de gelatina en agua helada. Mientras  tanto calentamos en el microondas el agua en una jarrita hasta que rompa a hervir. Echamos las hojas de gelatina bien escurridas una a una hasta que desaparezcan en el agua hirviendo y despues lo añadimos a la confitura removiendo para que quede bien mezclado. Lo dejamos a temperatura ambiente hasta que enfríe.

Cuando la mousse esté bien firme echamos por encima la cobertura de gelatina y lo refrigeramos hasta que esté muy consistente, después la pasamos al congelador hasta el momento de consumirla. Es conveniente sacarla al empezar la comida para que esté muy fría pero no congelada.