En esta época apetecen mucho los helados y el de fresa es un clásico, en casa es el que más nos gusta y lo preparo durante todo el año, incluso cuando no hay fresas frescas porque siempre se encuentran congeladas. Desde que tengo la heladera con compresor hago helado más a menudo porque es muy cómodo y ya no tengo que preocuparme de tener la cubeta en el congelador.
Después de tantos años haciendo helados caseros tengo una buena colección de recetas de helado de fresa, siempre buscando el helado perfecto, ese con un sabor intenso y una textura cremosa que no cristalice en el congelador. He probado añadiendo miel, licor, azúcar invertido, queso crema... pero nunca conseguí uno tan bueno y tan sencillo de preparar como éste. La receta es simple, fresas, nata y azúcar.
El truco es añadir una pequeñísima cantidad de un estabilizante para helados, esto hace que la mezcla incorpore aire y no se cristalice ni siquiera cuando lo guardamos en el congelador. Aunque soy enemiga de los aditivos reconozco que éste a base de goma guar, goma tara y goma celulosa actúa sobre la mezcla y la espesa, emulsiona y estabiliza. Lo compré hace unos meses y me olvide de él, casi me caduca sin estrenarlo! Lo hay de muchos sabores pero este de yogur creo que le va bien a todos los helados de frutas. Ahora el reto es hacer un helado de yogur casero, ya os contaré...